UN MOVIMIENTO DE EVANGELIZACIÓN
El Movimiento Juan XXIII es una asociación internacional, de fieles, constituida de acuerdo a los cánones del Derecho Canónico de la Iglesia Católica, e inspirada en los principios que emanaron del Concilio Vaticano II. Nace en Puerto Rico, en la Diócesis de Arecibo, creada bajo el pontificado del Papa Pablo VI, para ser “un movimiento de evangelización” y trabajar principalmente por aquellos alejados de la Iglesia y marginados, también, de la sociedad. El Movimiento Juan XXIII no trabaja para sí, busca ser fermento y servir como una plataforma de lanzamiento; trabaja hacia fuera. Un movimiento que desde sus orígenes sale en busca de los olvidados y de los marginados, de los más alejados, de aquellos que por su problemática viven en le anonimato de la vida pensando que el Evangelio no puede ser predicado para ellos y necesitan que alguien los encuentre y les anuncie a Jesucristo: para ellos es el Movimiento Juan XXIII. En el cumplimiento de esta Misión, el Movimiento Juan XXIII tiene una mística propia, un carisma, un don que el Señor le ha confiado, una espiritualidad de auténtico servicio, enmarcada en el Amor, la Entrega y el Sacrificio y expresada en esta opción de vida: “Con Cristo Todo, Sin Cristo Nada”.
GÉNESIS DEL MOVIMIENTO
En una pequeña capilla de la Comunidad de Allende, en el barrio de Sabana Hoyos, el barrio más grande de Puerto Rico, asistían a la misa dominical apenas 30 ó 35 personas y siempre los mismos…. Este hecho que podía pasar desapercibido, era el reflejo de una realidad: una diócesis, creada por el Papa Juan XXIII, que con toda la problemática que tenía, vivía la efervescencia de Vaticano II pero que, pese a sus esfuerzos, no podía llegar a todos. Ante esta necesidad no satisfecha, el Espíritu Santo, fiel guardián de la Iglesia y su misión, interviene inspirando e impulsando a un laico, Nelson Rivera Beauchamp, a preocuparse por la situación de “su capilla”. Con la autorización de su Párroco, Nelson inicia de una serie de visitas, reuniones y jornadas de un día con los miembros de su comunidad que terminan en lo que sería el inicio del Movimiento Juan XXIII: un retiro de tres días, del 13 al 15 de julio de 1973, para 24 jóvenes en su mayor parte con problemas de drogadicción. En un humilde almacén de alimentos de una granja donde se criaban pollos, nació el Movimiento Juan XXIII, con un carisma específico, como una respuesta suscitada por el Espíritu Santo ante una necesidad fundamental de su Iglesia: que la evangelización llegue a donde no está llegando. A los treinta y cuatro años de este primer retiro, el Movimiento Juan XXIII tiene una presencia reconocida y autorizada en más de ochenta y cinco diócesis de nueve países: Puerto Rico, Perú, República Dominicana, Ecuador, Honduras, Estados Unidos, Italia, España y Colombia., donde realiza su labor evangelizadora en comunión y armonía con la Iglesia y sus Pastores.
OBJETIVOS GENERALES
- Llamar a la conversión a las personas que están alejadas o al margen de la Iglesia. Crear un clima pastoral para que las acciones organizadas logren que los llamados cambien su conducta de vida y hagan una opción por Jesucristo.
- Fomentar la máxima formación integral de sus miembros mediante la oración, los sacramentos, los estudios catequéticos y teológicos y el apostolado individual y en equipo, como un camino de conversión hacia la común vocación a la santidad.
- Procurar que los miembros del movimiento vivan su compromiso bautismal sembrando en todos y en cada uno de ellos el espíritu y convicción de ser Iglesia, motivando la participación de su realidad y necesidades con una total entrega de servicio en comunión con la Iglesia Local y sus Pastores.
- Procurar la participación del Movimiento Juan XXIII en las actividades y pastoral diocesana en coordinación con el Ordinario del lugar y sus representantes.
- Procurar la incorporación activa de sus miembros en sus parroquias para que participen en aquello en que puedan ser útiles según sus carismas y en coordinación con los sacerdotes.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Celebrar retiros de tres días, con los temas, dinámicas y prácticas devocionales que se han escogido y han sido practicadas desde los inicios hasta el presente.
- Organizar retiros de seguimiento, propios del Movimiento Juan XXIII, para las personas que han participado en la primera experiencia.
- Organizar la reunión semanal a nivel diocesano para fomentar la formación integral de sus dirigentes y miembros que aspiran a trabajar en los retiros.
- Organizar la reunión semanal a nivel parroquial o ínter parroquial para fomentar la formación integral de sus miembros y procurar su participación en las actividades de sus respectivas parroquias, manteniendo la vinculación de los miembros entre sí y con el movimiento.
MEDIOS Y RECURSOS PROPIOS
Para alcanzar sus objetivos, el Movimiento Juan XXIII, en fidelidad al Evangelio, a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia, emplea medios y recursos propios:
1. Retiros de evangelización de tres días preparados en todos sus aspectos para que las personas mediten y mejoren sus vidas. Se utilizan recursos: teológicos (doctrina), sobrenaturales (sacramentos, oración, acción de la Gracia y sacrificio), psicológicos (testimonios personales y otros), pedagógicos (metodología aplicada para que el mensaje llegue bien a los destinatarios).
2. Seguimiento que comienza con la clausura del retiro y su finalidad es acoger, acompañar y formar al retirista nuevo, desarrollando su vida cristiana.
3. Triduo de oración, anualmente, en el fin de semana más cercano al 11 de octubre, fiesta del Beato Juan XXIII.
4. Misiones con predicaciones públicas, abiertas a la comunidad, utilizando conferencias bíblicas, mensajes kerigmáticos y testimonios personales.
5. El Movimiento Juan XXIII mantendrá su campo apostólico dentro de los límites diocesanos para los cuales ha recibido la correspondiente aprobación. Si fuera solicitada una misión en otra diócesis, primero obtendrá la aprobación necesaria del Ordinario del lugar.
EL RETIRO JUAN XXIII
- El Retiro Juan XXIII es un retiro de evangelización kerigmática que busca descubrir, a quienes se han apartado del camino del Señor y viven en el anonimato de la vida pensando que el evangelio no puede ser predicado para ellos, que existe un camino diferente y mucho mejor y tratar de provocar en ellos una conversión, un cambio en su conducta y en su vida cristiana mediante la experiencia de un encuentro con Cristo vivo.
- Teniendo presente que es el mismo Cristo quien produce la conversión y el cambio, el Retiro, las charlas y todas las actividades previstas están orientadas a ayudar a que se produzca esa conversión, a potenciar ese momento para que quien lo está viviendo se encuentre con Cristo y le de una respuesta que cambie su vida.
- Para alcanzar este fin, el Retiro posee una estructura establecida, unas charlas y actividades previstas que son propias del Movimiento y que deben ser mantenidas así, sin agregar, ni suprimir o cambiar los esquemas originales y aprobados.
- Las charlas del Retiro, repartidas en sus tres días de duración, una noche de reflexión, un día de conversión y un día de apostolado, buscan despertar la conciencia de los participantes llevándolos a reflexionar sobre su vida. Se les invita a reconocer la necesidad de un cambio, presentándoles a un Cristo vivo y personal, Dios y Hombre a la vez, como el camino a ese cambio. Se les lleva también al conocimiento de lo que es la Gracia de Dios y se pone en evidencia su presencia en la transformación de nuestra vida.
- Las actividades previstas consisten en la participación activa y organizada en el desarrollo del Retiro, de aquellos que ya han vivido la experiencia anterior de un retiro Juan XXIII, con sus oraciones, ayunos, sacrificios y otras actividades religiosas conforme a la Tradición de la Iglesia.
- La Clausura es el primer contacto que tiene el nuevo retirista con el mundo externo, con su familia, con amigos y con su propia fe. Un contacto, que para muchos es momento de iniciar una nueva vida, momento de perdón y de reconciliación con el mundo que ha ofendido. Tiene varios componentes importantes, a saber; la presentación de los nuevos retiristas, el encuentro con sus familiares y amigos y la entrega de los carnets que lo identifica como nuevo retirista y donde éste hace varios compromisos. Como elemento importante en la experiencia del retiro Juan XXIII, la clausura se programa al finalizar la misa de clausura por lo que debe revestirse de gran solemnidad desde la liturgia que le antecede y en la ceremonia en sí misma, sobria, en un ambiente de fraternidad.
UN MOVIMIENTO AL SERVICIO DE LA IGLESIA
El Movimiento de Retiros Parroquiales Juan XXIII es un movimiento de laicos que han vivido la experiencia profunda del amor de Dios a partir de un encuentro con Cristo vivo y que quieren vivir su compromiso bautismal con una total entrega de servicio y un espíritu de comunión y participación con la Iglesia y sus Pastores. Un Movimiento que siente que todos y cada uno somos Iglesia, que siente y vive a la Iglesia como algo propio, vive su realidad y sus necesidades, y por eso participa con alegría en aquello que le sea encomendado. Un Movimiento que quiere, en comunión con sus Pastores y en armonía con las iniciativas diocesanas, llevar el Evangelio a todos.
ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
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